EL 15 de Febrero finalmente se aprobó la enmienda infame propuesta por Chávez que permite la reelección indefinida a todos los cargos de elección popular. Pero no nos llamemos a engaño lo clave de todo esto era y es la posibilidad de la reelección indefinida del presidente de la república lo demás es puramente accesorio.
Es innegable que fue un triunfo para Chávez y por tanto una derrota para la democracia venezolana. Con esto se viola de manera flagrante el principio de alternatibilidad, básico para cualquier democracia. Todas las constituciones de países democráticos con un régimen presidencialista, como lo son prácticamente todos los países en América, tienen restricciones para el presidente por un hecho elemental, estando en el centro de la escena política cotidianamente tiene una ventaja evidente, aún sin necesidad de usar y/o abusar de los recursos públicos para promoverse, como es el caso escandaloso de Chávez.
El problema que tiene la oposición venezolana es que muchas veces a menospreciado la capacidad política de Chávez, lo cual ha sido en la mayoría de los casos catastrófico. No se trata de mitificar a Chávez como lo hace la gran parte del chavismo, pero es importante valorarlo en su justa dimensión para evitar errores de cálculo que en política se pagan muy caros. Además hay que contar entre sus haberes la nada desdeñable asesoría cubana comenzando nada menos con Fidel Castro con todas sus experiencias y mañas en estos 50 años de dictadura férrea.
En todo caso, Chávez inmediatamente de las elecciones de Noviembre del 2008 saco bien sus cuentas. Si bien había recibido una derrota política, al perder las más importantes plazas políticas del país, numéricamente tenía una mayoría a la que podía sacarle ventaja si lo hacía de manera inmediata. El tiempo en esta maniobra era crucial, la crisis económica mundial, que muy a sus pesares y sus anuncios grandilocuentes, va a tener importantes efecto en la economía local y había entonces que convocar al referendo antes de que esos efectos se comenzaran a sentir en el país. Además si bien ambos estaban agotados luego de la campaña para las elecciones regionales, el tener a su disposición los recursos del estado, por supuesto de manera ilegal, abusiva y arbitraria, le daba una clara ventaja sobre la oposición que todavía tenia que pagar cuentas de la campaña recién terminada y reorganizarse. Así todo el aparato estatal, comenzando por el sumiso CNE y pasando por encima todas las leyes, disposiciones y lapsos, se apresto diligentemente para realizar las elecciones en la fecha que había ordenado el amo: 15 de Febrero.
Si al comienzo la redacción de la pregunta resulto hasta risible, al final quedo claro que el plantearla como "una extensión de los derechos políticos de todos los venezolanos" y no como lo que era, su desaforado deseo de eternizarse en el poder, fue todo un acierto. Es increíble como el aparato propagandístico chavista logró al hacer aparecer este adefesio con una luz positiva, de "extensión de derechos políticos" cuando en verdad es exactamente lo contrario.
Finalmente, si a ello le sumamos que, contradiciendo todo lo que había predicado anteriormente contra los "caudillos locales", decidió extender la posibilidad de reelección indefinida a todos los cargos de elección popular, de manera de hacer que por dicha reforma luchara todos los miembros de la élite chavista gobernante, tenemos los elementos básicos de su victoria.
Sin embargo esta derrota de la oposición no es para nada catastrófica. En primer lugar, como se ha esgrimido ya varias veces la oposición alcanzo la nada desdeñable cifra de más de 5 millones de votantes. Chávez con todo el uso abusivo del poder, del control de los medios y/o su cerco luego de 10 años en el poder tiene a medio país en la acera de enfrente a pesar de la mayor bonanza petrolera que ha tenido el país en toda su historia. En segundo lugar, como dijo el austero comentario de la cancillería brasileña él lo que ha ganado es la posibilidad de presentarse a las próximas elecciones en 2012. La gran incógnita es cual será el escenario político y económico para ese entonces, por lo que no es claro que las tiene todas con él. La oposición necesita evitar caer en el desánimo del derrotismo, necesita evitar el venenoso abstencionismo , tomar la iniciativa política de cara a esas elecciones y presentarse como una alternativa viable a Chávez. Uno vive la vida que le toca vivir, no la que uno quisiera vivir y como dice el dicho "la pelea es peleando". Hemos perdido una batalla pero no la guerra.