miércoles, 8 de junio de 2011

El rancho nacional por Charito Rojas

El rancho nacional
Notitarde/noticierodigital.com
Enero 13, 2010
Charito Rojas

 charito-rojas3 [320x200]“El problema no es lo que ignoramos. Es lo que estamos seguros de saber y es falso”. Mark Twain, periodista y escritor norteamericano (1835-1910).

Tuvimos una Navidad similar a la de los últimos 10 años, plagada de apocalípticos pronunciamientos de un Presidente cuyo único familiar amado es ese padre putativo que muere a pedacitos en Cuba y con quien pasó la noche de Año Nuevo. Sin respetar la paz y armonía que tanto ansiaban los venezolanos en esos días festivos, el Grinch de Miraflores estuvo encadenado hasta por seis horas el 30 de diciembre y el 31 de diciembre, declarándole la guerra al imperio y a Colombia, mostrando fotos sacadas de Internet de supuestos aviones que nos van a invadir. Total, amargándonos, cual es su costumbre, la Navidad.

Pero la gran estocada vino para Reyes: el Comandante nos dio el regalo de la devaluación y de un fiero racionamiento de agua y electricidad, que merman hasta los tuétanos la capacidad productiva del país y condena a muerte al ya terminal sector industrial y comercial. Aparte de reducir a la mitad la capacidad adquisitiva del venezolano, devaluando sus ahorros en la misma proporción que la moneda.

Vamos a estar claros: razones financieras para la devaluación las hay. Desde hace mucho tiempo los economistas dicen que el bolívar está sobrevaluado, que un dólar a 2,15 es irreal e insostenible para el gobierno. Hasta allí la explicación económica, pero lo que ve el ciudadano que está sufriendo este vendaval en su bolsillo y en su calidad de vida es que la responsabilidad absoluta de esto la tiene un gobierno irresponsable que durante once años ha gastado los más cuantiosos recursos que haya tenido nunca Venezuela en imponer una revolución inventada por un solo hombre que pretendió (¡que bien suena este tiempo pasado!) convertirse, gracias al dinero de Venezuela, en un líder mundial. Mucho camisón pa´Petra, como decía mi abuela. Fuera de hacer el ridículo en todos los escenarios donde se ha parado, avergonzando el gentilicio venezolano, el Comandante sólo exhibe un logro: haber destruido a su país, tu país, mi país.

De su fracaso hablan claramente cifras inocultables. En 11 años la inflación ha remontado 733%. Por cuatro años consecutivos, Venezuela, el rico MacPato del petróleo latinoamericano, cuyo Presidente anda por el mundo regalando a manos llenas recursos indispensables para mitigar la miseria de los venezolanos, ostenta el primer lugar con la inflación más alta del Continente y la segunda del mundo, después de Zimbawe. En apenas dos años el bolívar que él llamó Fuerte, ha perdido más del 60% de su valor y con ello, ha empobrecido en la misma proporción a los trabajadores venezolanos. El músculo productivo del país está seriamente afectado, a punta de expropiaciones, “tomas” e invasiones. De más de dos millones de hectáreas en plena productividad entregadas a parceleros sin vocación ni oficio, apenas 90.000 están produciendo algo. Le quitaron las torrefactoras a sus ancestrales dueños, ahora no hay café. Expropiaron a los agricultores de la caña de azúcar y tomaron los centrales azucareros, ahora no hay azúcar. Y se acabaron los dólares para importar alimentos, más aún en año electoral cuando el gobierno debe alimentar con recursos las fauces de las maquinarias del PSUV para ganar a como de lugar las elecciones parlamentarias. Porque mientras los industriales y comerciantes tienen que esperar meses a que les concedan una parte de los dólares para importación, Pdvsa gozará del privilegio de cambiar sus dólares a 4,30, es decir, doblando sus ingresos en bolívares, indispensables para la compra de votos. “Y quien quiera viajar por placer que pague el precio”, dijo el ministro Giordani, sin ningún rubor de representar a esa manga de funcionarios públicos que viajan por todod el mundo con ilimitador viáticos en dólares. Porque para revolución el placer es pecado si es para los demás, porque al igual que en todos los regímenes comunistas, los placeres y la abundancia están reservados a la clase gobernante.

Mentirosos habituales

La mentira habitual es lo que más molesta de estas medidas económicas. Como llamar “ajuste cambiario” a una devaluación del 100% de la moneda. Como querer hacernos sentir culpables del colapso de los servicios de agua y luz porque nos bañamos con mucha agua o encendemos demasiados bombillos. Sólo los seres verdaderamente fanatizados creen al gobierno la excusa del Niño, ese fenómeno climático que ciertamente hace estragos en la sequía mundial. Pero resulta que aquí en Venezuela en el año 2003 hubo una sequía mucho mayor a ésta, superada porque todavía quedaban previsiones de la democracia y los embalses y reservorios cubrieron la falla. Si el Niño fuera realmente el culpable ¿por qué en otros países del mundo que también lo sufren no hay racionamientos? Respuesta sencilla: porque sus gobiernos tomaron medidas, hicieron con tiempo campañas de concientización y no esperaron a que sus “guri” estuvieran por debajo de las cotas necesarias para actuar. Diez años de desinversión e indiferencia hacia los asuntos que son de la absoluta responsabilidad gubernamental ha dado este dramático resultado. El Comandante toma la decisión del racionamiento cuando Corpoelec le pasa un informe donde le advierte que si no se corta el consumo en casi un 30%, para abril del 2010 estaremos a oscuras. Lo lamentable es que Presidentes de Edelca y de la Electricidad de Caracas, en los años 2003 y 2006, habían advertido al gobierno de la cercanía de un colapso eléctrico si no se acataba el plan nacional de inversiones en el sector. Los blancos de ese racionamiento son los entes que consumen más electricidad: las empresas de Guayana y la región capital. Gravísimo el que se estén paralizando empresas que sustentan la infraestructura nacional. Si hoy las autopistas, edificios públicos y la vialidad del país lucen destruidos, en pocos meses veremos paralizada la industria privada de la construcción. La falta de electricidad esta afectando seriamente la poca producción industrial del país. Y los comerciantes se halan los cabellos, con el Indepabis cerrándolos si remarcan los precios (porque este gobierno no tiene idea de lo que significa “valor de reposición”) y amenazados nada menos por un Presidente que se atreve a decir en nombre propio que les quitará sus negocios para darlo a los trabajadores. Cómo se ve que el de Sabaneta no ha manejado en su vida ni un kiosco de periódicos. La amenaza, la persecución y los cierres solo ocasionarán que cada vez se bajen más santamarías, que empleados engrosen las filas de los buhoneros, que profesionales y comerciantes se marchen de Venezuela, igual que lo han hecho ya cientos de miles, buscando un país que respete su derecho a ser libres y prósperos.

El rancho nacional
Estamos viviendo un país ranchificado. Nuestros orgullos, Pdvsa, el Metro de Caracas, el Teresa Carreño, han sido tomados por asalto por hordas que no creen en el derecho a no ser chavista que tiene la mayoría de la población venezolana. La delincuencia tiene sitiado al país y sólo vemos al Ministro del Interior darse cuenta de esto cuando le disparan a su primo, alto funcionario por cierto de su Ministerio. El venezolano no tiene ninguna calidad de vida: la revolución le mintió. En 11 años no ha arreglado la calamidad del transporte público y permite que el hampa atraque a los humildes en busetas y hasta en los vagones del Metro. La manifiesta ineptitud y el estar ocupados en hacer una revolución y no en gobernar, produce los nefastos resultados de hospitales colapsados, de redes de CDI abandonadas; de planteles educativos que servirían mejor para alojar cochinos en lugar de infantes; la infraestructura no preocupa a nadie pues el Ministro esta mas interesado en cerrar radios y televisoras que en construir un país; los nueve planes de vivienda anunciados por la sucesión de Ministros, han fracasado. Este gobierno ha construido menos viviendas que el gobierno que construyó menos viviendas en la democracia: el segundo de Rafael Caldera.

Condenados a vivir con miedo, sin agua, luz, llenos de basura y enfermedades, el venezolano ve con estupor la conducta irresponsable de este desgobierno. La cobardía se suma: el hombre que se fascina por hablar en cadena, por escucharse durante horas su cháchara reveladora de la poca profundidad del charco de sus conocimientos, no se atrevió a anunciar una medida capital como la devaluación del bolívar, en cadena nacional. O tal vez crea que es más importante y merece cadena la habladera de bolserías, la cantadera de coplas o los chistes de burdel barato que enterarse de que el bolívar ya valía desde ese momento 100% menos. De noche, como lo hacen los furtivos, en un programa de segunda en esa televisora de segunda que antes era el Canal de todos los venezolanos, allí nos dijo como quien no quiere la cosa y en mitad de una cantidad de anuncios, que nuestros ahorros se devaluaron, que nuestros hijos no podrán estudiar en el exterior, que no habrá mas vacaciones, que los negocios podrán quebrar, que las importaciones estarán reservadas con dólar preferencial para el gobierno. Tanto nadar para morir en la orilla. Demasiado daño, demasiada irresponsabilidad. Después de decir mil veces que no devaluaría, lo hizo. Igual pasará con el aumento de la gasolina cuando se vea con el agua al cuello con sus personales compromisos internacionales y con la venidera campaña electoral. Es un manipulador de los poderes y estos lamentablemente están en manos de corifeas (nunca ese nombre estuvo más ajustado a la beldad física y moral de sus detentadoras). Pero ya el puntillazo a los venezolanos está dado. Nadie duda de la responsabilidad del Presidente sobre el desastre nacional, ni siquiera sus afectos que ya no encuentran a quien echar la culpa del caos, para salvar a su Comandante.

Destinos entrelazados
Particularmente tengo una convicción que aquí confieso y que desde hace muchos años he analizado y es la profunda vinculación entre los destinos de Rafael Caldera y de Hugo Chávez. Caldera fue Presidente por el golpe de Chávez: se montó en la ola de la protesta, supo con su habilidad política interpretar el sentir de la mayoría pobre del país. Y si bien Chávez no fue Presidente porque Caldera le diera el indulto sino por los millones de venezolanos que votaron por él, lo cierto es que esa acción reclamada por mucho sectores de la sociedad que el anciano Presidente complació, dejó un grave crimen contra la democracia sin castigo. Chávez y los otros militares absueltos atentaron contra un Presidente constitucionalmente electo, contra el régimen democrático que había elegido el pueblo de Venezuela, ocasionaron múltiples pérdidas humanas y daños a la infraestructura nacional, tomaron y perdieron equipos pertenecientes a la Fuerza Armada, por ende, a la nación. Y todos esos crímenes no sólo quedaron impunes sino que ahora los reos que están en el poder se autoglorifican declarando día de fiesta nacional el 4 de febrero. Fecha triste en la cual la democracia venezolana perdió su autoridad y dio pie a la plaga bíblica que hoy día vive el país.

Rafael Caldera entregó atormentado el poder a Hugo Chávez. Su expresión en la transmisión de mando en el Congreso Nacional y su inmediata retirada del hemiciclo no necesitó más palabras. Despojado de su investidura de Senador Vitalicio y de todo honor correspondiente a su condición de ex presidente, Caldera pasó los últimos diez años de su vida viendo como un solo hombre destruyó la obra que muchos, entre ellos él mismo, habían construido con sapiencia y entrega. Creo que el anciano líder murió con un gran dolor por el país. Muchos creímos sinceramente que era el castigo divino por el controversial indulto. Pero pensándolo bien, tal vez esa permanencia tenga mucho que ver con los destinos cruzados. Y si es así, pasa como en los viejos matrimonios: nunca se sobreviven por mucho tiempo el uno al otro. A la luz de esta vela, pido a los ángeles que digan Amén.


viernes, 13 de mayo de 2011

Antonio Sánchez García: Mitos y acechanzas de las primarias: Los peligros que enfrentamos

Mitos y acechanzas de las primarias: Los peligros que enfrentamos

12 Mayo, 2011


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Antes y después del triunfo de la oposición chilena en el plebiscito de Octubre de 1988 no sobresalían grandes figuras políticas y ninguna personalidad, por sí sola, era capaz de expresar la diversidad de opiniones que se ocultaba en el corazón de la sometida y aherrojada oposición chilena. Sólo existían dos grandes bandos políticos opositores, disímiles en tamaño pero articulados y suficientemente poderosos como para entorpecer las recíprocas estrategias: el de quienes, luego de tres lustros de feroz tiranía, aseguraban que Pinochet sólo dejaría el poder por métodos violentos, y el de aquellos que apostaban a una salida constitucional, democrática, electoral y pacífica.


Eran dos claras opciones, idénticas en sus propósitos aunque antagónicas en sus métodos, que no encontraban su perfecta expresión en personalidades, sino en grupos. La vía violenta la preconizaban los comunistas, los miristas – enconados enemigos en tiempos de Salvador Allende – y los sectores radicalizados del Partido Socialista, todos en la clandestinidad. Mientras que la vía democrática y constitucional era representada por la Democracia Cristiana, los socialdemócratas de uno y otro signo y sectores independientes de todas las tendencias.

No eran compartimentos estancos y en rigor fue una combinación de las acciones de ambos factores la que contribuyó a debilitar al régimen y asestarle el golpe de gracia del plebiscito y del triunfo electoral de la Concertación. Las acciones del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), brazo armado del Partido Comunista de Chile, entonces bajo el respaldo ideológico y material del régimen cubano, hicieron temblar las bases policiales del sistema. El impactante atentado del FPMR con armas largas, cortas y bazukas en una de las vías cordilleranas cercanas a Santiago efectuado el 7 de septiembre de 1986, que produjo varias víctimas mortales en la comitiva presidencial y estuviera a un tris de costarle la vida a Augusto Pinochet, que volvía de su casa de descanso, puso de manifiesto la inmensa gravedad del momento político y llevó a recapacitar a importantes sectores de la derecha chilena, hasta entonces aliadas a Pinochet, acerca de la necesidad de una salida pacífica al impasse en que se encontraba el país. Esos sectores armados, si eran capaces de un atentado tan espectacular y de tanta solvencia militar, estaban perfectamente capacitados como para iniciar una guerra civil.

El propio Gabriel Valdés, ex canciller y ex embajador en Washington durante el gobierno de Eduardo Frei Montalba, posiblemente el político más carismático y preparado de la DC, tomó muy en serio las perspectivas de la lucha armada para derrotar al tirano. Lo que posiblemente le costó su sacrificio político. Su contendor en el partido, Patricio Aylwin, había apostado todo su prestigio y su ascendiente sobre el conjunto de las fuerzas opositoras sobre dos pilares fundamentales: la salida democrática, sin vacilaciones, y la unidad, sin cuestionamientos. Fueron ambas razones las que lo llevaron a la presidencia. Nos lo contó a Antonio Ledezma, a Agustín Berríos y a quien esto escribe en una larga y muy fructífera conversación que sostuviéramos en su casa habitación inmediatamente después que nos recibiera el presidente electo, Sebastián Piñera. Un político y un empresario. Dos estadistas.

2

Luego del trascendental triunfo de la oposición democrática en el plebiscito, obra del esfuerzo, la tenacidad, la organización, el voluntarismo y la profunda emotividad de la apuesta por la libertad, a la que todos los sectores democráticos se sumaran sin maniqueísmos ni mezquindades, todo el país democrático sabía que, por razones de obvia sensatez política, el candidato para vencer al dictador y a la dictadura debía provenir del centro político – que incluso había respaldado el golpe de Estado. Y que las naturales ambiciones personales debían subordinarse sin reservas de ningún tipo a un doble objetivo: unirse en un gran bloque unitario de acción nacional, la llamada Concertación Nacional por la Democracia, y escoger de entre sus filas al candidato más idóneo y que mejor representara los anhelos unitarios a ser seleccionado para ganar las elecciones y presidir un gobierno de Concertación Nacional. Bajo un programa de gobierno largamente meditado y elaborado por los mejores especialistas en las respectivas materias, los cuales, por razones igualmente obvias, resultaron ser los ministros encargados de ejecutarlo. Una perfecta combinación generacional: un líder democrático de 71 años, con una larga vida política, y jóvenes ministros, algunos de poco menos de cuarenta años, provenientes incluso del MIR y del PS. Una estrategia diseñada por el ex rector de la Universidad de Chile, Edgardo Boeninger, un ingeniero de 64 años. Pues la estrategia y la dirección del proceso de transición fue producto de la madurez de experimentados políticos y profesionales. Por cierto: como la de Venezuela, luego del 23 de enero del 58 y la de España, luego de la muerte de Franco en 1975.

Los partidos políticos estaban prohibidos. Los registros electorales, destruidos. Y tras diecisiete años de tiranía y un férreo control mediático, la ciudadanía apenas conocía a los líderes opositores. Cuando en plena campaña por el plebiscito Ricardo Lagos, un intelectual y político del centro socialdemócrata de 48 años
prácticamente desconocido por los chilenos, en un programa de televisión osó romper las reglas del juego para dirigirse directamente al dictador señalándolo con su índice y denunciándolo por aspirar a gobernar por otros ocho años, el país se sumió en el asombro. No daba crédito a lo que veía. Se rompía la burbuja del silencio tras quince años de implacable tiranía. Hace algún tiempo, Lagos, que pasó a la fama y se ganó el derecho a liderar el socialismo chileno y conquistar la presidencia a partir de ese sencillo acto de coraje ciudadano, contaba que uno de sus nietos no entendía cómo, algo tan insignificante, había impactado tanto a los chilenos.

Ganado el Plebiscito, gracias a un paciente trabajo de zapa que no dejó rincón de ese largo y accidentado país sin recorrer y conquistar, vino el gigantesco desafío: derrotar en las urnas al dictador y conquistar la presidencia de la república. Aceptado por todos y de buen grado el derecho de Patricio Aylwin a ser el abanderado, todos se empeñaron por igual en derrotar al tirano y conquistar la presidencia de la república. Democristianos y Socialistas, representantes de las dos grandes tendencias opositoras, acordaron un pacto de entendimiento que han observado con una lealtad verdaderamente admirable. No importaba el puesto de los respectivos partidos en las encuestas: todo fue compartido a partes iguales. Lo que les permitió sortear el período más frágil, peligroso y delicado de la historia política chilena: la transición hacia la democracia. 4 gobiernos de lujo formados por dos democratacristianos y dos socialistas. Aylwin, de 72 años; Eduardo Frei, de 52 años; Ricardo Lagos, de 62 años y Michelle Bachelet, de 55 años. Todos ellos probos, maduros y experimentados. Mayor prueba de unidad, de ecuanimidad e inteligencia, imposible.

3

He sostenido que el desafío que enfrentaron con tanto éxito y sabiduría los chilenos fue inmensamente menos complejo y difícil que el que enfrentaría un gobierno venezolano de reconstrucción nacional. El país estaba social y humanamente quebrantado y con heridas mucho más profundas que las que sufrimos los venezolanos. Reconciliar a los chilenos, enconados en un enfrentamiento que pudo ser fratricida, era una tarea de enormes dimensiones. Pero la institucionalidad jurídica y militar no estaba corrompida y la infraestructura nacional no sólo se encontraba en plena recuperación: la dictadura la había liberado de sus lastres críticos e iniciado un desarrollo que, continuado con sabiduría por la Concertación, llevaría al Chile devastado por el experimento socialista a la nación extraordinariamente desarrollada que es hoy. A punto, gracias a la sabiduría, al esfuerzo y a la unidad nacional y patriótica de sus hombres y mujeres de alcanzar el nivel de desarrollo y bienestar del Primer Mundo.

A pesar de la complejidad, de la gravedad y la devastación de nuestra cultura y nuestra economía, que demandan la misma lucidez, la misma unidad y un esfuerzo aún mayor que el empleado por los chilenos para salir del pantano de la crisis y el totalitarismo, la inconsistencia de nuestra cultura política y la persistencia de mitos y prejuicios que obnubilan la justa visión de las cosas de electores compulsivos tras ilusiones ópticas – la juventud o la supuesta virginidad con que avalan a sus modelos preferidos – el país aún no parece tener plena conciencia del momento histórico que enfrentamos.

Si lo tuviéramos, no seríamos víctimas de esta absurda balcanización de nuestros esfuerzos. No nos aprontaríamos a una guerra a cuchillos entre los distintos factores, partidos y postulantes por vencer en las Primarias. Se comprendería que no se sale de un pantanal de estas proporciones con el mágico recurso “al cambio generacional”. Ya se hubiera comprendido que el único y principal enemigo es el autócrata y la devastadora catástrofe en que nos ha hundido. Nadie evadiría el enfrentamiento con sus siniestras pretensiones, sus escandalosos abusos, su delirante caudillismo, su inmoralidad, su corrupción, su
inescrupulosidad, su irrespeto a la Constitución y a las Normas. Y en vez de defenderse de ataques o prepararse a responder con otros más arteros, estaríamos unidos exigiendo el irrestricto cumplimiento de la Ley, exigiendo transparencia al CNE, organizando los núcleos de nuestra gran batalla. Y preocupados por escoger al más experimentado, al más culto, al más templado de nuestros líderes.

Ya nos hemos enzarzado en un primer combate: el de nosotros contra nosotros mismos. Que impere la racionalidad para que no se nos convierta en un combate cruento e inútil, que deje profundas heridas e impida la unidad fervorosa que requerimos. Una unidad de corazón, no de dientes afuera. Es el único camino hacia la victoria. Que la ambición no nos ciegue. No nos traicionemos a nosotros mismos. No pavimentemos el camino hacia nuestra derrota.

martes, 3 de mayo de 2011

Entrevista Tal Cual: Hay venezolanos lavando platos en Miami


DOMINGO
Domingo 01 de Mayo de 2011
| 22
TalCual


Domingo

VENEZOLANOS EN EL MUNDO

Wilfredo Urbina: Hay venezolanos lavando platos en Miami

"El sabio no enseña con palabras, sino con actos." "Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada.

Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida." Lao Tsé



EZEQUIEL BORGES


Wilfredo Urbina es profesor de matemática avanzada en la universidad de Roosevelt, en Chicago CORTESÍA
" Pareciera que hoy en día ser un intelectual o ser un profesional exitoso es casi un pecado en Venezuela. Entre ese ambiente social malsano y esos salarios de hambre, qué carajo quiere uno regresarse. A pesar de ese mujerero hermoso que hay en Venezuela, jajaja", me dice Wilfredo Urbina, venezolano, matemático y profesor de matemáticas avanzadas en la Universidad de Roosevelt, en Chicago, donde aplica un poco lo aprendido en aquel maravilloso libro de Malba Tahan, El hombre que calculaba, y le enseña a sus estudiantes en Chicago de una manera atractiva que la matemática está donde quiera que miremos. Es, sin embargo, un maestro escapado, algo así como cuando Lao Tsé (salvando las muchas diferencias), aquel maestro que vivió en la época más sangrienta de la historia de China (Los reinos combatientes), huyó frustrado al Tibet, escapando de la corrupción y la violencia. Es un paralelismo riesgoso, ya lo sé, porque Wilfredo desafiando la idea de que los matemáticos son tipos serios es un venezolano de esos que se saben reír de sí mismos, como lo comprobará el lector más adelante.

Wilfredo Urbina hizo su licenciatura y su maestría en la Universidad Central de Venezuela, en la Escuela de Física y Matemáticas en Caracas. Entró como profesor de matemática pura en la UCV en el año 78 y se fue a la Universidad de Minnesota a hacer el doctorado en el año 83 con una beca de la misma Central. Estuvo 5 años allí.

Luego de Minnesota hizo un año de post doctorado en Filadelfia y regresó a Venezuela en el año 89 otra vez a la docencia.

¿Cómo aterrizaste en Chicago? Porque nosotros mi mujer, Luisela, y yo nos vinimos a EEUU en el 2004, con una posición que yo conseguí de profesor visitante en la Universidad de Kansas por un año. Al año, se acabó el contrato son contratos finitos y conseguí una posición de profesor visitante en Nuevo México por 2 años. Entonces, a Luisela le ofrecieron dar clases de estudios críticos de cine en De Paul Universtity, aquí en Chicago. Yo también conseguí una posición de profesor visitante en De Paul, que se renovaba cada año, pero el año pasado conseguí una posición teniortrack (contrato de prueba) en otra Universidad, ahorita soy assistant professor en la Roosevelt University de Chicago. Es un escalafón muy corto, por cierto: assistant, associate y full professor.

¿Es decir que estás arrancando de nuevo desde el escalafón más bajo? Cierto, yo era profesor titular en la UCV pero en fin... Cuando me entrevistó la decano aquí en Roosevelt ella me decía: "Bueno, pero Ud. es full professor (profesor titular) allá en Venezuela, y lo que nosotros le podemos ofrecer es assis
tant professor...". Y yo le digo "está bien, no se preocupe...". ¿Qué quieres que le diga? Hay venezolanos que están lavando platos en Miami. Al menos yo estoy trabajando en lo mío que es dar clases de matemática pura.

¿Y tienes oportunidad de llegar a ser profesor fijo? Sí, tomaron en cuenta mi experiencia y me dieron ese teniortrack que te dije por 3 años, lo que es relativamente corto, luego de lo cual me evaluarán para saber si me quedo fijo.

¿Tienes que resolver alguno de esos teoremas imposibles que la matemática no ha resuelto para que te dejen fijo? No, jajaja, haces un expediente tuyo, metes tus evaluaciones docentes, los artículos que has publicado, las cosas administrativas que has hecho, pides cartas de personas que opinen de tu trabajo y ellos te evalúan y deciden...

Un matemático puro es un ser atípico es cualquier parte del mundo, pero, ¿qué hace un matemático venezolano en Chicago? Lo que yo hago se llama análisis armónico o método de Fourier...

Suena más a música que a matemática...

Tienes razón, están relacionados. Es que armónico es un término musical pero que también se usa en análisis matemático. La música se puede describir con herramientas del análisis armónico. Si vamos a la cuestión musical, por ejemplo, los sonidos musicales se pueden describir como una superposición de ondas. ¿Tú estudiaste trigonometría en el bachillerato? Si tú superpones la familia de seno y coseno eres capaz de reproducir ondas musicales...

¿Tiene alguna aplicación práctica el análisis armónico? Fue el primer método para representar funciones trigonométricas. Hoy en día, Internet, todo lo que es compresión de datos, todo lo que son imágenes, son
algoritmos basados en la parte aplicada más visible del análisis armónico. En el siglo XX, una de las escuelas a nivel mundial más importantes de
Urbina asegura que la matemática sirve para todo, menos para conquistar mujeres.
esa rama de la matemática que es el análisis armónico está en la Universidad de Chicago. Mischa Cotlar, que fue mi profesor en la UCV y era toda una leyenda de la matemática mundial, estudio aquí en la universidad de Chicago en los 50s. Eugene Fabes, otro monstruo, también estudió aquí. Chicago fue la cuna donde se crearon muchas de las teorías que uno estudia. Para mí estar aquí es como para un árabe ir de peregrinación a la Meca.

¿Cómo haces para explicarle la matemática avanzada a tus estudiantes? ¿Te has leído El diablo de los números, de Hans Magnus Enzensberger, un libro que explica la matemática de una forma divertida? Claro. Yo tengo una experiencia muy linda con ese libro. Se lo compré a mi hijo mayor cuando él estaba por segundo o tercer grado y le encantó. Él lo iba leyendo y lo iba comentando cuando íbamos al colegio y, como es muy hablador, también lo comentaba en la escuela y así se creó toda una sensación alrededor del libro.

Hay otro libro interesante por la forma amena con que se explica la matemática y es El hombre que calculaba de Malba Tahan...

Sí, yo me leí ese libro cuando estaba terminando bachillerato y ese libro tiene mucho que ver con que yo terminara siendo matemático. Mi hermano mayor es biólogo y como yo era bueno en biología yo pensé que también iba a estudiar biología.

Pero, en quinto año, el profesor que nos tocó de biología no daba la talla, los profesores anteriores habían sido muy estimulantes. Éste, en cambio, era un profesor tradicional con un librito estándar. Entonces, me fastidió la biología. Me quedé como en el aire. Se dieron varios factores, uno fue ese libro. El otro fue que, como yo era buen alumno y había eximido todas las materias, no tenía nada que hacer en julio. Y tenía a mis panas que eran todos malos alumnos...

Un nerd con malas juntas...

Sí, jajaja. Entonces, mis panas me pidieron: "oye, Wilfredo, ¿por qué no nos das clases para el examen final de matemáticas?" Nos reuníamos en casa de uno ellos 3 veces a la semana con pizarra y todo, y, explicándoles a esos tipos, entre El
hombre que calculaba y estas clases, me
dije: "Coño, esto es lo mío". Tú te emocionas cuando tratas de explicarle la matemática a un estudiante, que fue lo que yo sentí cuando les explicaba a mis panas.

Los 3 pasaron, por cierto. Yo siempre digo que la matemática es como esas mujeres todas formalitas, con el pelo recogido y lentes, todas secas... después tú te acercas y empiezas a conocerlas y se sueltan el pelo, se quitan los lentes, y resulta que son de una exuberancia muy atractiva, jajaja.

¿La matemática sirve para conquistar mujeres? Coño, no, eso es para lo único que no sirve. ¿Qué les podrías decir? "Cariño, el teorema de Pitágoras se parece a ti... el seno y el coseno de la hipotenusa de la circunferencia de la tierra al cuadrado se parecen al seno y a tu...

No, no funcionaría, en serio. Imagínate que yo le dijera a una mujer a la que me estoy levantando: "te acuerdas del paper que yo escribí sobre cálculo diferencial, mira, mi amor, lo hice pensando en tus ojos...". Ni de vaina se lo iba a creer.

¿Cómo te ha tratado Chicago a ti? Chicago es una ciudad muy interesante. Fue la ciudad que creció más rápido en el hemisferio occidental. Un poco lo que está pasando ahorita en China, esas ciudades que en 10 años crecieron de la nada.

En 1830, cuando la independencia de Venezuela, aquí no había prácticamente nada. Y a la vuelta de 50 años había un millón de personas. Es una mezcla de italianos, de latinos, de blancos anglosajones...

Por otro lado, es una ciudad racialmente dividida, el sur es negro y el norte es blanco. Es una ciudad donde se originaron muchas ideas, no sólo matemáticas, los rascacielos los inventaron aquí en Chicago...

Perdona, el primer rascacielos lo construyeron en Nueva York y se llama Equitable, eso todo el mundo lo sabe.

No, chico, fue aquí en Chicago que era el centro de la industria del acero. Pero no voy a entrar en la rivalidad entre Chicago y Nueva York porque como venezolano no me toca. Siguiendo con Chicago, tampoco es que la gente sea muy amable. Es una ciudad muy organizada, eso sí, sobre todo para un caraqueño, donde uno puede planificar la vida relativamente bien. A nosotros no nos alcanza para ahorrar demasiado pero tenemos un nivel de vida que no tendríamos en Venezuela. Así de simple. Vivimos al día y todo pero es una vida más racional. Claro, no tienes a tus amigos acá...

¿Te dan ataques de nostalgia? Sí, de nostalgia de lo bueno. Porque cuando vas a Venezuela y ves los rollos que hay quieres salir corriendo.

No creo que a ningún venezolano le produzca nostalgia la violencia del fin de semana en Caracas con sus supuestos 100 muertos, según algunas fuentes, ni siquiera hay estadísticas claras...

Por eso digo. Fíjate tú, aquí hay un periodiquito adjunto al Chicago Tribune un periodiquito que lo reparten gratis y anualmente hacen un reportaje del número de muertos del año en la ciudad. El año pasado fueron 490 muertos. En todo el año, toma nota.

Tampoco está bien.

No, es cierto, pero ¿esé que quiere decir? Que son 40,8 muertos al mes. Nada más y nada menos, en términos matemáticos, claro.

Uhmmm. Y eso con el libre acceso a las armas que tienen los norteamericanos...

Con el libre acceso a las armas y con el área metropolitana de Chicago que es el triple que la de Caracas. Un fin de semana aquí hubo 7 muertos y el alcalde, el lunes, convocó una reunión de emergencia de todos los organismos de seguridad. Con eso te digo todo. La seguridad es incomparable con la de Caracas. La vida es un poco solitaria, sí, sobre todo porque no tienes ni a la familia ni a los amigos. Y a la edad de uno hacer amigos no es tan sencillo... ya yo tengo 57 años, compadre, lo que pasa es que burro chiquito siempre es pollino.

¿Cómo es la comunidad venezolana en Chicago? No es muy grande, la verdad. En diciembre hacen una cena navideña. En el 2009 hicieron unas hallacas del carajo y yo le recomendé a mucha gente para que fuera este año pasado pero cuando la gente llegó lo que había era comida china, jajaja.

¿Tú te regresarías a vivir a Venezuela? No. Pero estoy dispuesto a ir a reconstruir cosas si cambia el régimen. Yo siento que la sociedad venezolana está dando vueltas en círculos, no avanza. Perdimos la brújula. Perdimos un tren en los 70s con Carlos Andrés y la bonanza petrolera y ahorita, con otro discurso, estamos perdiendo otro tren y quizás algo peor , nos estamos montando en el tren equivocado.

Yo le di todo mi esfuerzo durante 25 años a la UCV y a Venezuela y eso lo están destruyendo todos los días.